domingo, 1 de septiembre de 2013

León Ferrari

León Ferrari encendió la polémica con la retrospectiva que presenta en el Centro Cultural Recoleta, en la que exhibe obras de los últimos 50 años.

León_Ferrari
-¿Qué une a las obras de esta retrospectiva?
- Hay dos tipos de obras. Por un lado, esculturas sin ningún propósito crítico y, por el otro, otras en las que uso al arte para expresar opiniones sobre lo que está pasando: represión en general, violación de los derechos humanos, el Proceso, antisemitismo, discriminación a los homosexuales y a la mujer, entre otros temas. Lo de la Iglesia es una cosa más.
- ¿Qué cosas cambiaron en estos años de trabajo?
- Las técnicas. Algunas las hago y después las abandono. En el significado de la obra, desde 1963 se mantiene esa necesidad de usar el arte como medio de expresión. Y una de las cosas que más me preocupa es la cultura occidental, especialmente el castigo al diferente.
- ¿Qué balance hace de este camino recorrido?
- Hice estas cosas durante mucho tiempo sin tener respuesta. Estas reacciones significan que lo que digo alcanzó a los responsables.
- ¿Se arrepiente de algo?
- Posiblemente. Uno se ha equivocado. Pero esta serie de obras no son una equivocación.
-¿Tiene algún límite estético?
- Creo que en el arte no se puede establecer límites ni hacer definiciones. Por ejemplo, un límite es la crueldad, se podría decir. Pero resulta que los mayores cuadros de Occidente exaltan la crueldad y la tortura. El Bosco, Miguel Ángel y Giotto pintaban la crueldad apoyándola, como amenaza para castigar a los diferentes. Picasso también pinta la crueldad en el Guernica, pero la diferencia es que la condena.
- ¿En ese sentido el arte evolucionó?
- Hay una evolución. Lo último que conozco es de Gustavo Dore, de 1860. Ya no se pintan tantos infiernos. Yo estoy en desacuerdo con el infierno.
- ¿Encuentra belleza en sus obras?
- Algunas me gustan como formas, otras como contenido, otras como forma me son indiferentes.
- ¿Qué es más importante, la ideología o la imagen?
- Creo que son independientes. Puede haber cuadros hermosos con contenido desagradable y cuadros mediocres con buena intención.
- ¿Usted cree haber logrado un buen balance?
- En algunas cosas sí. Creo que hay que encontrar nuevas formas para decir las cosas.
- ¿Le tiene miedo a algo?
- Sí, pienso que pueden agarrarme y romperme la cabeza. Pueden obedecer a sus dioses y castigarme en vida.
- ¿A qué aspira?
- A aguantar unos años más y seguir haciendo estas cosas.
La NAción Revista, 9-12-04

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